domingo, 9 de marzo de 2008

Sin reservas

Marta es la jefa de cocina de un selecto restaurante alemán. Toda su vida gira en torno a su trabajo, a su gran profesionalidad, que roza la paranoia, a su metódico modo de encarar la vida. Cuando su hermana y su sobrina vienen a visitarla, sufren un accidente de coche. La hermana muere, y Marta tiene que hacerse cargo de su sobrina de ocho años. Es entonces cuando su vida sufre un giro de 180 grados. Después de unos días de descanso para hacerse cargo de la sobrina y tratar de ordenar su nueva vida, vuelve al restaurante, para encontrarse con la desagradable sorpresa de que, para suplirla, la dueña del restaurante ha contratado a un pintoresco cocinero italiano llamado Giusseppe.Un momento...¿Marta?. ¿Giusseppe?. Vaya. Me he liado. He mezclado la historia protagonizada por Catherine Z. Jones con la protagonizada por Martina Gedeck (Deliciosa Marta) en 2001.




Misma historia, mismas situaciones...!!! Hasta la magnífica canción de Paolo Conte "Via con me" aparece en las dos versiones !!!. El remake Hollywoodense no es un remake, sino una copia fiel de la película alemana. La protagonista, en esta ocasión, se llama Kate, el nuevo cocinero Nick, y la sobrina, deliciosamente interpretada por la protagonista de "Little Miss Sunshine", Zoe.Se trata de una historia simple, en la que el camarero se va ganando poco a poco a la en apariencia fría Kate. En este sentido destaca más, como italiano puro frente a la frialdad alemana, el Sergio Castellito de la primera versión. En ese sentido, a Nick no se le notan apenas contrastes, y más si tenemos en cuenta la naturaleza multiracial de la cocina de Kate.




Como escenas gloriosas, cabe destacar la táctica que utiliza Nick para que la sobrina, Zoe, se coma un platazo de tallarines, el trato al que somete Kate a los clientes insatisfechos y las escenas en las que la lianta Zoe consigue que Kate acepte quedar para cenar con Nick. En la versión americana, que como ya he dicho está calcada de la alemana, no aparece el padre de la sobrina, que sí lo hace en la primera. Al final, Kate y Nick montan un restaurante, completamente enamorados. De agradecer este tipo de cine, de historias sencillas, sin efectos, pero cargadas de una gran humanidad y sentimiento.Muy destacable también el papel jugado por el paciente psicólogo que atiende a Kate, aunque en esta ocasión, me quedo con el que aparece en la versión alemana. Recomiendo ver las dos, y a la hora de juzgar, tengamos en cuenta que la historia fue parida en Alemania. Es fácil mejorar cuando se copia la base.

No hay comentarios: